El legado espiritual

Serie: El legado

Familia

Es bien sabido que todos estamos destinados a morir. Así que una buena pregunta que debemos hacernos, es: ¿De qué manera podemos continuar afectando positivamente la vida de los demás, cuando ya no estemos en este mundo? ¿Qué legado vamos a dejar a nuestra posteridad? Al pensar en esta serie sobre el legado familiar, debemos reconocer que uno de los legados más importantes es el de carácter espiritual. Por ejemplo: En 2 Timoteo 1:5 Pablo le dice a su hijo en la fe: «trayendo a la memoria la fe no fingida que hay en ti, la cual habitó primero en tu abuela Loida, y en tu madre Eunice, y estoy seguro que en ti también». Note como Loida le dejó un legado espiritual a su hija Eunice y ésta a su vez, lo transmitió a su hijo Timoteo. Se trataba de la fe, una fe no fingida o una fe sincera. En realidad, no podemos hablar específicamente de una herencia espiritual, ya que la fe cristiana no se puede heredar literalmente hablando. No significa que por cuanto usted es salvo, su hijo o hija automáticamente también lo será o que usted le herede la salvación, ya que cada cual en su libre albedrío decide abrazar la fe cristiana y la salvación en Cristo o rechazarla. De modo que la fe cristiana no se puede heredar, pero se puede transmitir. De allí que, en 2 Timoteo 3:15 Pablo le dice a su discípulo: «y que desde la niñez has sabido las Sagradas Escrituras, las cuales te pueden hacer sabio para la salvación por la fe que es en Cristo Jesús». Tanto Loida como Eunice se dieron a la tarea de enseñarle la Palabra de Dios a Timoteo desde su más tierna infancia. Ese fue el gran legado espiritual que le dejaron: El conocimiento de las Sagradas Escrituras, las cuales condujeron a Timoteo por medio del Espíritu Santo a la salvación por la fe en Jesucristo, cuando llegó a la juventud y escuchó a Pablo predicar en Listra.

Le doy entonces un consejo práctico: Deje a los suyos el legado espiritual, transmita a sus hijos la Palabra de Dios en su casa, lléveles a la iglesia, enséñeles a orar, oriéntelos en los principios y valores de la Biblia, ya que después de Dios, su familia es prioridad. No olvide visitarnos en www.lafamiliaesprioridad.com

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