Padres equilibrados

Serie: Paternidad Responsable

Familia

¿Cuál cree usted apreciado padre o apreciada madre de familia, que es la mejor manera de criar a sus hijos? En días pasados hablábamos en esta cápsula radial, sobre el error de los padres consentidores y en el otro extremo, el de los padres abusadores. Escuche esta historia: A un ganadero le preguntaron una vez: ¿Cuál cree usted que es el mejor lugar para criar ganado? Sin pensarlo mucho, el hombre contestó: Un campo abierto no es el mejor lugar, porque los animales se pierden fácilmente, además los animales allí son atacados por depredadores. Un corral tampoco es el mejor lugar, porque hay que proveerles de todo lo que necesitan, no pueden buscar alimento y agua por sí mismos y no se pueden movilizar libremente. El mejor lugar entonces, no es ni un campo abierto ni un corral; es un campo grande y circulado con alambre, porque por un lado allí pueden pastar y tienen todo lo que necesitan, pueden valerse por sí mismos, pero no se corre el peligro de que se pierdan o de que sean atacados. Esta opinión es muy acertada y a mí me parece que haciendo una analogía con la familia, de igual manera, no podemos dejar que nuestros hijos se críen con todo tipo de libertades y corriendo el peligro de diferentes ataques del enemigo. Tampoco es conveniente tenerles encerrados en casa llenos de restricciones y proveyéndoles de todo, sin que se puedan valer por sí mismos. Nuestros hijos necesitan cierta libertad para valerse por sí mismos, pero también necesitan normas y límites. Necesitan control, pero a la vez necesitan amor. Necesitan cuidado y consentimiento, pero también disciplina. Necesitan padres equilibrados.

Le doy un consejo práctico: Aplique disciplina sabia a sus hijos. Eso es necesario, es beneficioso para ellos y para toda la familia, no hacerlo es una irresponsabilidad, es falta de interés y de amor a ellos. La Biblia nos muestra que Dios es bueno y amoroso, por eso desea lo mejor para sus hijos y los disciplina. Deuteronomio 8:5 afirma: «Reconoce asimismo en tu corazón, que como castiga el hombre a su hijo, así Jehová tu Dios te castiga». El padre y la madre que disciplinan a sus hijos con amor y límites, están reflejando el carácter de Dios, porque para ellos después de su relación con Dios, su familia es prioridad.

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