¿cuáles son las actitudes indebidas en el matrimonio cristiano?

Apreciado Pastor Súchite, ¿qué actitudes se podrían considerar indebidas en el matrimonio cristiano?

Su pregunta es interesante al especificar que se trata de un matrimonio cristiano. Creo que algunas de las conductas impropias en un matrimonio cristiano y en todo matrimonio independientemente de sus creencias, son la violencia obviamente en cualquiera de sus formas, la infidelidad, el desprecio y el odio, entre otras. Ninguna de estas actitudes debiera darse en un matrimonio cristiano. Por esa razón, el apóstol Pablo afirma en 1 Corintios 13:5ª que «el amor… no hace nada indebido». El verbo griego indebido también puede traducirse como «indecente o impropio». De allí que la Nueva Versión Internacional traduce: «no se porta groseramente». La Traducción en Lenguaje Actual dice: «no es grosero». La Nueva Traducción Viviente dice: «ni ofensivo». Es decir, que el amor cristiano no es descortés, no actúa con bajeza o de forma indecorosa. El cónyuge cristiano no debiera ser perverso, ni atentar contra la dignidad de su pareja. Por el contrario, debiera ser comprensivo, cariñoso, amable, cordial, respetuoso, cuidadoso y considerado. Lamentablemente esto último se da en la minoría de casos. En la gran mayoría de relaciones de pareja, se da el maltrato o el abuso. Las constantes peleas son el pan nuestro de cada día en muchos matrimonios. La crítica destructiva, la actitud de ponerse a la defensiva y de atacar al cónyuge en lugar de al problema, son elementos que también se hacen presentes.

Usted por su parte, trate de cultivar un amor que no haga nada indebido. Evite hacer sentir culpable a su cónyuge. Evite los insultos y la comunicación venenosa. No permita un comportamiento inadecuado. Omita las groserías. Haga a un lado la ira, domine sus enojos y su mal carácter. Trate de no arrepentirse de lo que haga o diga. Recuerde que usted y su cónyuge son una sola carne y nadie en su sano juicio se lastima a sí mismo. Por lo tanto, perdone y pida perdón si es necesario, pero procure tener una relación conyugal saludable, porque después de Dios, su familia es prioridad.

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