Mi hija quiere ser misionera, ¿Qué puedo hacer?
Pastor Víctor Súchite, mi hija quiere ser misionera, pero no me gusta la idea que se vaya a otro país lejano y se aleje de nosotros. ¿Qué puedo hacer?
Muchos padres se oponen a que sus hijos sean misioneros, pastores o predicadores, porque consideran que en el Ministerio Cristiano sufrirán penas económicas y de todo tipo. Otros en cambio, le piden a Dios que ponga en el corazón de sus hijos el deseo de servirle y cuando toman esta decisión, los apoyan en todo sentido. Mateo 4:21,22 narra que cuando Jesús estaba reclutando a sus discípulos: «Pasando de allí, vio a otros dos hermanos, Jacobo hijo de Zebedeo, y Juan su hermano, en la barca con Zebedeo su padre, que remendaban sus redes; y los llamó. Y ellos, dejando al instante la barca y a su padre, le siguieron». Acá vemos a un padre de familia que tenía un negocio de pesca. Se cree que Zebedeo era originario de Betsaida y desarrollaba su actividad comercial en el Mar de Galilea. Allí tenía un negocio familiar pues sus hijos trabajaban con él. Sin embargo, cuando Jesús pasa y les hace un llamado para acompañarle y servirle por el resto de sus vidas, Zebedeo no se opuso. Ellos obedecieron al llamado divino y dejando la barca o su trabajo y a su padre, le siguieron. Este padre en ningún momento estorbó la vocación o el llamamiento de sus hijos para servir a Dios, seguramente les dio su bendición y ellos se fueron con su consentimiento.
Si su hija tiene definitivamente una vocación Ministerial o de servicio a Dios, bríndele su apoyo moral, espiritual y económico. Ciertamente no es fácil abandonar a la familia, la cultura, el país propio, para vivir lejos en una cultura distinta, aprendiendo un idioma diferente y lejos de la familia y amigos, como ocurre con los misioneros. Sin embargo, si ese es el llamado de su hija, no estorbe la voluntad de Dios. Al contrario, dele gracias a Dios, póngale en sus manos, apóyele en su período de preparación, asegúrense de tener una iglesia enviadora y luego motívela a servir a Dios. Recuerde que ustedes pueden visitarla y ella también les visitará. Ella siempre estará cerca de sus corazones.